24 junio 2014

Camino Vadiniense. Etapa 7: Potes - Fuente Dé

Sábado, 14 de septiembre de 2013 

25 km (más o menos) 8 horas (1 hora de descansos) 


Amanece en Potes
Después de haber llegado ayer a Potes y alcanzar el monasterio de Santo Toribio, sin un solo día de descanso, reanudo la marcha hoy sábado 14 de septiembre, día de la Cruz, fiesta mayor en Potes.

Hoy las flechas amarillas vuelven a ser mi luz y mi guía, ya que comienzo el llamado Camino Vadiniense, que desde Potes y atravesando los Picos de Europa, conduce hasta la llanura leonesa para desembocar en Puente Villarente, a pocos kilómetros de la mismísima ciudad de León (o en Mansilla de las Mulas, según la ruta que escoja en la última etapa).

Peregrino matutino
Es este camino Vadiniense una ruta poco conocida y que se está tratando de hacer un hueco en la multitud de “Caminos” que proliferan a lo largo y ancho de toda la península. La asociación Amigos del Camino de Santiago Ruta Vadiniense Picos de Europa ha hecho un gran esfuerzo por su difusión y por su señalización. Tiene su sede en Cistierna, donde también mantienen abierto un albergue de peregrinos.

Al ser una ruta menos conocida y transitada, voy a intentar explicar y señalar más datos prácticos que en otras etapas de otros caminos. Debo decir que realicé prácticamente todo el itinerario completamente en solitario y no encontré otros peregrinos más que en las últimas dos etapas.

Restos de las fiestas
Monasterio de Santo Toribio
Esta primera etapa desde Potes puede realizarse o bien hasta Espinama, o bien hasta Fuente Dé. Yo escogí esta segunda opción, pernoctando en el refugio de montaña del Camping El Redondo. Para cerciorarme de que continúa abierto y hay sitio llamaré a lo largo de la mañana. En Espinama hay un albergue privado (Albergue Briz) donde una cama y desayuno cuestan en torno a 18 €.
Mirador de San Miguel
Pasadas las 8 de la mañana me levanto de la cama en el albergue de Potes. No me hizo falta usar el saco, pero toca recoger un poco las sábanas y la manta. Desayuno un par de vasos de leche y unos donuts, recojo mis bártulos y ¡venga!, otra vez en camino.

A las 9 comienzo esta nueva etapa con un bello y luminoso día en el que jirones de nubes se deslizan suavemente sobre las laderas de las montañas. Al tomar el camino de salida del pueblo me encuentro con los restos de las fiestas de anoche.

Magníficas vistas
Bello valle
Vuelvo a recorrer el mismo camino que en la tarde de ayer me llevó a Santo Toribio de Liébana. En menos de 45 minutos estoy junto al monasterio. Como aún es pronto no se ve mucha gente por el lugar, que se prepara para el día de la fiesta de la Cruz.

Continúo por la carretera hasta el Mirador de San Miguel, desde el que hay unas vistas magníficas del valle de Camaleño. Aquí me saco las fotos de rigor y tomo una pista de hormigón que desciende camino de la carretera siguiendo el sendero PR-S7.

Desvío a Beares
Río Deva
Se supone que otra opción para evitar la carretera es tomar una senda que sale por detrás del monasterio, pero al no tener la seguridad de hacía donde iba yo no la he tomado.

Así pues, tras unos 15 minutos de descenso llego hasta la carretera a la altura de Congarna, donde unos metros después surge un desvío a la derecha hacia Beares, por el que sigo después de cruzar el río Deva por un puente. Voy siguiendo flechas amarillas, por lo que voy tranquilo.
Flecha de piedra
Posada San Pelayo 

Paso por el grupo de casas que conforman Beares, donde no se ve mucho movimiento y, tras dudar un rato, prosigo la marcha por una senda y guiado por una flecha que encuentro en el suelo hecha de piedrecitas confirmo que voy por el buen camino.
Después de caminar unos 20 minutos por la estrecha senda que surgió en Beares llego al barrio de San Pelayo, donde veo señales del Camino Lebaniego junto a la Posada San Pelayo.

Camino idílico junto al Río Deva
Se agradecen las sombras
Desvío hacia Redo
Redo y mi amigo el can famélico
Antes de llegar a la carretera, las flechas amarillas me llevan de nuevo a la derecha, por un senderillo que transcurre unos metros por el margen derecho del río Deva. Después se separa del río y gana algo de altura, para desembocar en la carretera que sube de Camaleño a Tanarrio. Transito por ella unos 700 metros hasta llegar a un desvío por una pista a mano izquierda, que primero en descenso y luego en ascenso me lleva hasta Redo, otro pueblecito desierto en el que un perro comienza a seguirme.
  
Salgo de Redo por una carretera que me conduce a Mogrovejo, con el perro siguiéndome. Llego a este pueblecito declarado conjunto histórico donde decido hacer mi primera parada. Tiene una iglesia muy chula del siglo XVII, en cuyo porche me tomo unas chocolatinas  y un bar donde me tomo una coca cola.
Mogroviejo
Descenso hasta los Llanos

En el bar me cuentan que el perrillo suele estar por ahí y va siguiendo a los que caminan en busca de algo de comida, ya que está famélico. Aprovecho para llamar al camping y me confirman que puedo pernoctar esta noche en el refugio.

Son casi las 12 cuando reemprendo la marcha. Ahora debo descender por carretera hasta llegar a la CA-185 a la altura de Los Llanos, donde vuelvo a ver señalización del Camino Lebaniego.

Desvío por la izquierda de la carretera
Llegando al Mesón Los Llanos
Camino con cuidado por la carretera unos 700 metros hasta que tomo una senda de tierra que en ascenso surge por la izquierda casi paralela al asfalto y que se interna por bosques durante una media hora, para ir a parar a Cosgaya. El camino vuelve a coquetear con la carretera aunque continúa por pequeñas calles del pueblo y a algo más de altura, pasando junto a una iglesia y permitiéndome ver desde lo alto un hotel y su piscina.

Entrada a Cosgaya
Salida a la carretera
Cinco minutos después de ver el hotel vuelvo a llegar a la carretera en un punto donde un puente cruza el Río Deva y conduce a unas bonitas casitas de montaña. Entre el río y la carretera hay un banco donde aprovecho para realizar una nueva parada de unos veinte minutos.

Breve descanso junto al río
Penetrando el el Parque Nacional
Debo atravesar alguna que otra valla
Me interno en un precioso hayedo
A la una y media cojo mi mochila y camino junto a la carretera unos metros más. Un cartel indica que Espinama está (siempre por carretera) a 5,5 kilómetros. En algo menos de un kilómetro a mano izquierda sale nuevamente un camino en un punto donde comienza la señalización del Parque Nacional de los Picos de Europa. También hay un cartel que señaliza la Ruta de la Reconquista.  Me adentro ahora en un delicioso sendero que transcurre a orillas del Río Deva y me conduce hasta Las Ilces. Aquí me enfrento a una encrucijada. Puedo seguir por un camino que me llevaría a Espinama directamente o tomar una pista que en principio en ascenso se dirige a Pido.
El camino esta señalizado
Encrucijada en Las Ilces
No tengo claro que es mejor. Escojo ir en dirección a Pido, ya que me da la impresión que atajo y evito pasar por Espinama. Tras un breve pero duro ascenso enlazo con la Ruta de la Reconquista, que me conduce entre hayedos por bellos caminos hasta Pido.

Vaca pastando tranquilamente
Llego a Pido
Me acerco al final de la etapa
El camino se me hace más largo, aunque también más bonito. Una vez he ganado altura el sendero se vuelve mas llano y comienzo a vislumbrar los enormes macizos de piedra que conforman el circo glaciar donde se encuentra el teleférico de Fuente Dé. Un grupo de vacas pasta tranquilamente junto al camino y ni se inmutan a mi paso. Después de algo más de hora y cuarto y de un pequeño descenso llego hasta la localidad de Pido, famosa por su queso.

Cruzo este pueblo por sus estrechas calles siguiendo las flechas amarillas. Si mi intención fuese dormir en Espinama, girando a mano derecha por la carretera llegaría en menos de 15 minutos. Como voy hasta Fuente Dé, salgo de Pido por una carreterita en subida y paro a descansar en una fuente. Son las cuatro de la tarde.

Ya queda poco
Último tramo por carretera
Enseguida reanudo la marcha y tras seguir por esta carreterita unos metros llego a un lugar donde hay una cruz en el campo. Continúo por el camino que gira a la derecha (alguna flecha amarilla indica que voy en la dirección correcta) para en unos minutos ir a dar a la carretera principal, por la que continúo los dos kilómetros que me separan de las instalaciones del teleférico y el parador de Fuente Dé.

Teleférico de Fuente Dé.
Llegar a este punto y contemplar este espectacular paisaje supone que se te pase el cansancio acumulado de una etapa algo dura, pero muy bella. Es increíble como la cabina del teleférico, suspendida de un cable, salva los más de 700 metros de desnivel de las moles de piedra que tengo frente a mí.

Desde la base del teleférico, la carretera continúa haciendo un par de giros en subida y finaliza, desembocando en una pista de tierra. Sigo por esta pista y a unos cien metros me encuentro con el peculiar Camping El Redondo, fin de etapa del día de hoy. Su localización es maravillosa y el edificio de piedra donde está la recepción, la casa del dueño, el albergue y en definitiva, las dependencias centrales tiene un encanto especial, al aprovechar el desnivel de la montaña para conformar los varios pisos de los que consta.
Impresionantes vistas
Entrada al camping

Ya conocía el camping de otra ocasión en la que estuve de ruta con mi colega Miguel por Picos de Europa. Hasta ahora estaba abierto todo el año, pero según me informa el dueño, es probable que a partir del año próximo tenga que cerrar en invierno por razones administrativas.

Recepción del camping
Refugio 
Son casi las cinco cuando me instalo en el refugio. Debo decir que es un alojamiento austero. Digamos que es más un refugio de montaña que un albergue. Las camas están compuestas por unas tarimas de madera sobre las que hay unas colchonetas y hay un par de literas con viejos colchones. Los baños son los del camping, por lo que si te da un apretón a media noche tienes que bajar hasta la zona de aseos. El precio es en torno a 10 €. Para peregrinos un poco "señoritos" quizá sea algo cutre. Para mí es más que suficiente.
La niebla se cierne sobre los picos

Llegan unas nubes muy negras
Una vez instalado me doy la ducha de rigor, paseo por el entorno y me tomo una cervecita con limón en el pequeño bar-restaurante del camping. Contra todo pronóstico a última hora de la tarde comienza a llover. Las nubes han ido apoderándose del cielo durante la tarde y finalmente se han puesto a descargar.

En torno a las nueve de la tarde bajo a cenar un plato combinado compuesto por huevos, lomo y patatas fritas y una hora más tarde me voy a dormir.

Cabina del teleférico
Picos y nubes
En el refugio hay una pareja de senderistas y a última hora ha llegado un ciclista, por lo que somos cuatro durmiendo aquí. Trato de escuchar el partido del Madrid por la radio del móvil, pero no se sintoniza bien. Además, al final empata contra el Villarreal. A mitad del partido lo dejo por imposible. Cansado y feliz por encontrarme en tan bellos parajes caigo rápidamente en brazos de Morfeo.


2 comentarios:

ray y rosa dijo...

Pufff. Impresionante y muy bien narrado Miguel, esperamos siempre ansiosos que pongas cada una de las etapas. A ver si tenemos suerte y lo tienes acabado para el dia 5 de agosto que nos vamos para el Lebaniego-Vadiniense y tu información es muy util. Gracias.
Rosa y Ray
http://www.rayyrosa.com

Miguel dijo...

Muchas gracias por vuestros comentarios. Que tengáis muy buen camino. Seguro que lo disfrutáis un montón. Yo espero hacer la primera parte del camino del Norte a partir de finales de este mes.

Saludos